La pequeña Roma

Cuando damos un paseo por las calles de Salamanca, sin falta damos con la universidad... La estatua de Fray Luis de León parece vigilar con sabiduría el magnífico encaje de piedra de la fachada plateresca. Nos quedamos aquí, nos subyugan las formas sútiles esculpidas en la piedra rosada, que conviven con los medallones de los Reyes Católicos y el escudo de Carlos V. Experimentamos, como casi siempre en Salamanca, aquella suave impresión de irrealidad, como si sólo un ser mágico hubiera podido con algún hechizo hacer brotar de la piedra aquella arquitectura maravillosa.

Lorqu'on se promène dans les rues de Salamanque, on tombe immanquablement sur l'université... La statue de Fray Luis de León semble veiller avec sagesse sur la magnifique dentelle de pierre de la façade plateresque. On reste là, subjugué par ces formes subtiles taillée dans la pierre rosée, qui se mêlent aux médaillons des Rois Catholiques ou aux armoiries de Charles Quint. On a, comme bien souvent à Salamanque, cette douce impression d'irréel, comme si seul un être magique avait pu, par quelque sortilège, faire jaillir de la pierre cette merveille architecturale.